Gobernanza colaborativa y liderazgos locales en Chile
El manejo de la pandemia COVID-19 puso mucha presión en las autoridades municipales. En este contexto, resultan sorprendentes los casos de Renca y Cerro Navia, donde los alcaldes no solo lograron ser reelectos en abril de 2021, sino que ganaron la elección por mayorías aplastantes. Esto es llamativo debido a los problemas sociales, económicos y políticos por los que atravesaba Chile antes de la llegada del COVID-19, y el rol que tuvieron los ediles tanto a partir de octubre de 2019 como en el manejo de la crisis sanitaria.
El shock que implicó la pandemia en Chile se sumó a la crisis social desatada desde octubre de 2019. Los toques de queda prolongados, las situaciones de violencia y represión en las calles de las principales ciudades del país afectaron, aún antes de las cuarentenas por COVID-19, la movilidad de las personas y sus fuentes de empleo. Es importante recordar entonces que la crisis política y social anteceden a la crisis sanitaria y, por lo tanto, se llega en un contexto de alta desconfianza y deslegitimación de las instituciones políticas y del gobierno central, quienes paradójicamente eran los encargados de responder a la pandemia.
La encuesta CEP (Centro de Estudios Públicos de Chile) mostraba un nivel de confianza en partidos políticos del 2%, mientras que Gobierno y Congreso alcanzan un 9% y 8%, respectivamente, siendo las instituciones que menor confianza generan dentro de las opciones presentadas. Esta desconfianza se sostiene en el tiempo en el caso de los partidos políticos y el Congreso, aunque para el gobierno conforma una caída significativa (CEP, 2019; CEP, 2021). Entre el estallido social y la pandemia del COVID-19, la distancia entre ciudadanía y la clase política se ha hecho más evidente.
Es importante rescatar que, además de la baja confianza institucional, las mismas encuestas del CEP muestran que en 2021 solo el 15% de las personas encuestadas dijeron que normalmente era posible “confiar en la gente”. En 2018 el porcentaje era de 20% y en 2014 de 22% por lo que no es un efecto de la crisis, es una condición estable de baja confianza interpersonal en Chile. Sin embargo, un grupo de actores políticos han adquirido un protagonismo inusitado para un país centralista como Chile: los alcaldes y alcaldesas, reflejándose en un 27% de confianza en los municipios en el año 2021. Esta diferencia aumentó un 7% con respecto a la encuesta CEP de 2019, separándose de las malas evaluaciones obtenidas por el resto de las instituciones políticas nacionales. [1]
Gobernanza colaborativa social
Así, en un contexto de un gobierno nacional debilitado por la crisis y la desconfianza, las autoridades locales se afianzaron como figuras más cercanas a la ciudadanía y sus problemas. Como César Soto mostró en una entrada anterior del blog, la importancia de los actores comunitarios para proveer una respuesta social a las necesidades de la población en pandemia en comunas en situación de vulnerabilidad, impulsó la necesidad de la institucionalidad local de sumarse a las comunidades previamente articuladas. La crisis de octubre 2019 había generado una reactivación de las organizaciones comunales y el activismo de base que se encontraban desarmados desde el fin de la Dictadura del General Augusto Pinochet.
En un escenario con gobierno nacional muy debilitado por el estallido social y el desmembramiento de los partidos nacionales, las autoridades municipales debieron enfrentarse solas a la pandemia y qué mejor que trabajar en conjunto con las organizaciones sociales que ya estaban afianzadas en sus territorios. La crisis social y la sanitaria ya habían dejado al descubierto la ineficiencia del sistema político centralizado para dar respuestas rápidas y efectivas a través del territorio. Si hasta la iniciativa más exitosa, el programa de vacunación contra el COVID-19 comenzado a principios de 2021, tuvo que ser implementada desde los municipios.
El protagonismo de los alcaldes se fortaleció en la gestión de la pandemia, en especial de aquellos que eran opositores al gobierno de Sebastián Piñera, al que se percibía como profundamente ineficaz. Sin embargo, también alcaldes de su coalición se enfrentaron duramente con su gabinete, en especial contra el Ministro de Salud Jaime Mañalich a quien culpaban por no decretar las cuarentenas a tiempo y del descalabro del sistema público de salud, fuertemente municipalizado.
Elecciones municipales 2021
En este contexto de crisis y desconfianza institucional, varios alcaldes de comunas vulneradas lograron capitalizar una gestión exitosa de la pandemia a pesar de la crisis de confianza. Los casos de Claudio Castro y Mauro Tamayo, en Renca y Cerro Navia respectivamente, llaman la atención no solo porque sus reelecciones fueron por mayorías aplastantes, sino también por otras similitudes entre ellos y sus territorios. Ambos alcaldes habían sido electos por primera vez en 2016 como candidatos de la coalición de centro-izquierda, derrotando a incumbentes de centro-derecha.
En 2016, Mauro Tamayo ya había renunciado a su militancia en el Partido Comunista y era concejal de la comuna cuando ganó la elección de alcalde por el 46% de los votos como candidato de la Nueva Mayoría. [2] En 2021, logró la reelección con el 75,7%, luego de haber gestionado la pandemia en unas de las comunas más vulneradas de la Región Metropolitana donde se destacó la articulación en la municipalidad y la comunidad, a partir de plan de atención domiciliaria en salud, en particular el “Plan 80” destinado a los adultos mayores de la comuna, cuyo seguimiento era realizado por los mismos dirigentes sociales locales; vales para conseguir gas, y las ollas comunes con la colaboración del Banco Municipal de Alimentos.
Claudio Castro presenta una trayectoria similar en Renca, ganando la elección en 2016 como candidato de la Nueva Mayoría y militante del Partido Demócrata Cristiano por 64% de los votos, en una competencia abierta porque la alcaldesa de derecha Vicky Barahona -que estaba al frente de la municipalidad desde el año 2000- había desistido de buscar una nueva reelección. Para la elección de 2021 el alcalde Castro ya había renunciado a su militancia demócrata-cristiana y logrando la reelección como independiente por el 92,7% de los votos. [3]
En Renca también se observa durante la pandemia una extensa colaboración con organizaciones sociales, a partir de programas de voluntarios para ayudar a personas adultas mayores y con ollas comunes para aliviar la subsistencia de sectores que habían perdido sus fuentes de trabajo. Se destaca la colaboración con sectores de ciencia y tecnología extranjeros y empresas nacionales para implementar un sistema de trazabilidad de COVID-19, Centinela Renca, que luego es exportado a otros municipios.
La importancia de los liderazgos
El éxito de la gobernanza colaborativa local se premia en las urnas frente a una marcada decepción con las soluciones que llegan mal y tarde desde el gobierno central. Pero también los alcaldes abandonan etiquetas partidarias y personalizan las contiendas en un escenario en que los partidos son más un lastre que una ventaja a la hora de ganar elecciones. Esto subraya la necesidad de voluntad política a la hora de innovar en respuestas a las necesidades de la población, estableciendo vínculos con actores sociales, empresariales y de la ciencia, además de las relaciones intergubernamentales que existan por diseño. Sin embargo, nos deja también el interrogante sobre el riesgo de la personalización de la política en poder generar lazos sostenibles e institucionalizados en ausencia de partidos políticos que conectan las demandas sociales a través del territorio.
[1] Todas las encuestas del Centro de Estudios Públicas están disponibles en línea https://www.cepchile.cl/encuestaCEP.
[2] La coalición que unió a los partidos Demócrata Cristiano, Socialista de Chile, Por la Democracia, Radical Socialdemócrata, Comunista de Chile, Izquierda Ciudadana y al Movimiento Amplio Social.
[3] Datos del Servicio Electoral (SERVEL).
Julieta Suarez Cao, Michelle Hafemann y Anabel Yañes
Investigadoras Senior
Colabora.Lat Chile