Como los cangrejos. La garantía al derecho a la salud en México
La salud es un derecho, no un favor, y los derechos no están a discusión. En México, desde 1984, la Constitución protege el derecho a la salud; sin embargo, pese a los avances en el acceso a los servicios de salud los últimos 40 años y una pandemia de por medio, hemos retrocedido en la garantía a este derecho.
México es un país con más de 126 millones de habitantes y con un sistema de salud enorme. Según datos de la Dirección General de Información en Salud de la Secretaría de Salud, durante 2018, cada día, en el sistema público de salud, se dieron 1.2 millones de consultas, se asistieron 4 mil nacimientos, se practicaron 10 mil cirugías y se atendieron 16 mil personas hospitalizadas.
A pesar de su tamaño y de ser financiado en buena parte con los impuestos de todos y todas, no es y no funciona igual para todas las personas. Nuestro sistema de salud está ligado a la condición laboral, es decir, si una persona tiene trabajo formal, obtiene acceso al sistema de seguridad social como el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) o en el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado (ISSSTE). Y si no tiene trabajo formal, puede buscar la atención en el Instituto de Salud para el Bienestar (INSABI) o en el IMSS-Bienestar cuya atención está limitada
Cabe recalcar que el gasto público en estas instituciones es desigual. Por ejemplo, para el año 2020, se invirtieron $11,131 pesos del dinero público en una persona derechohabiente de Petróleos Mexicanos (PEMEX) pero solo $4,600 en una del IMSS y aún menos en una del IMSS-Bienestar, en donde solo se invirtieron $1,060 pesos (CIEP). Esto implica que, en las personas más vulnerables, las que carecen de seguridad social, se invierte menos en salud.
Lo anterior ocurre para quien tiene acceso a los servicios de salud, lo cual, en México, es un lujo. De acuerdo con datos del censo 2020, a la pregunta “Entonces ¿no está afiliada(o) ni tiene derecho a servicios médicos?” más de 31 millones de personas manifestaron no tener acceso a tal derecho. Es decir, 1 de cada 4 personas que viven en México consideran que, cuando enferman, el sistema no está ahí para respaldarlos.
Figura 1. Total de la población según condición de afiliación de salud, 2020.
Fuente: Censo de población y vivienda 2020, INEGI.
La garantía del derecho a la salud ha perdido terreno en los últimos años. Si bien habíamos avanzado en la reducción de la “carencia por acceso a la salud”, del 38% de la población en 2008 al 16% en 2018, entre 2018 y 2020 quedaron excluidas del acceso a la salud 35.7 millones de personas (28.2%).
Figura 2. Porcentaje de la población con carencia por acceso a los servicios de salud 2008-2020
Fuente: Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL)
Además, quienes sí tienen acceso a los servicios de salud cada vez los usan menos. Por ejemplo, en los años 2020 y 2021, se otorgaron menos de la mitad de las consultas en comparación al período 2017 -2019. Durante 2020, del 82% de la población que buscó atención médica, 81% la recibió pero solo el 34% se atendió en servicios de salud públicos (ENSANUT 2020) . Es decir, ya sea por elección o por barreras sistemáticas, las y los mexicanos cada vez utilizamos menos los servicios públicos de salud.
Total de consultas en unidades de la Secretaría de Salud, 2017- 2021.
Fuente: Elaboración propia con dato obtenidos de los cubos Dinámicos de la Dirección General de Información en Salud
El número de consultas otorgadas por las unidades de la Secretaría de Salud disminuye constantemente, desde el 2017, llegando a otorgarse menos del 50% de las consultas en 2020 y 2021 que se otorgaran en 2017. Otro ejemplo son las atenciones como las hospitalizaciones, cirugías o atención a poblaciones específicas y entrega de insumos para la prevención, como son los métodos anticonceptivos. En 2021 se practicaron 27.8% menos procedimientos quirúrgicos que en 2017 en los hospitales de la Secretaría de Salud.
Atenciones en unidades de la Secretaría de Salud, 2017- 2021.
Fuente: Elaboración propia con dato obtenidos de los cubos Dinámicos de la Dirección General de Información en Salud
Además, podemos sumar, a las señales de deterioro en el ejercicio del derecho a la salud, la carencia de acceso efectivo a los medicamentos. En la siguiente gráfica podemos apreciar el número de recetas negadas más las surtidas parcialmente (es decir, las no surtidas efectivamente) en el Instituto Méxicano del Seguro Social. Este instituto es el que compra y administra más del 65% de los insumos de salud en el país y, de 2020 a 2021, ha disminuido de manera considerable su porcentaje de abasto.
Figura 5. Abasto de medicamentos en el Instituto Mexicano del Seguro Social 2017-2021
Fuente: Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS)
Tan solo en 2021 se negaron (no se surtió ni un solo medicamento de la receta) más de 18 millones de recetas; esto equivale a que el instituto hubiera negado todas las recetas emitidas por más de un mes. Este deterioro en el abasto de medicamentos e insumos es generalizado en el país y comenzó a finales del 2019, sin indicios de una solución cercana.
Como consecuencia de esta falla, la población ha tenido solventar, por su cuenta, las necesidades de salud; lo que ha implicado que el gasto de bolsillo promedio (lo que gastamos las personas en salud de nuestro bolsillo) se incremente un 40%, al pasar de $2,358 en 2018 a $3,299 en 2020.
Cuando un sistema tan fundamental como el de salud no garantiza los derechos, contribuye a la ampliación de la brecha de inequidad. Sólo quienes cuentan con los recursos económicos suficientes logran satisfacer sus necesidades en lo privado, marginando más aún a la población ya vulnerable.
En México, los avances en la garantía del derecho a la salud han sufrido importantes retrocesos durante los últimos tres años. Desde Nosotrxs, y junto con miles de organizaciones y ciudadanos, hacemos un llamado a las autoridades para corregir el rumbo. La salud es un derecho, no un favor, y está en las manos de todos y todas garantizarlos.
Andrés Castañeda
Health Consultant.
Nosotrxs (México)