Resiliencia democrática en Brasil: las experiencias de gobernanza colaborativa
Hace más de 35 años, Brasil tuvo un retorno a la democracia que abrió las puertas a una participación ciudadana en la toma de las decisiones públicas. Por ejemplo, en la década de 1990 este país fue pionero en las jornadas de los presupuestos participativos y en la década de 2000 también tuvo avances significativos bajo políticas implementadas por la primera presidencia de Inácio Lula da Silva como fueron las Conferencias Nacionales de Políticas Públicas, donde participaron cerca de 7 millones de brasileñas y brasileños, durante 2003 a 2011.
Con estos antecedentes, en tiempos más recientes los desafíos que tiene la democracia brasileña no son menores. El país ha atravesado períodos de polarización y un deterioro de la institucionalidad democrática durante la presidencia de Jair Bolsonaro que incluyó ataques a la prensa, la sociedad civil y al poder judicial.
A pesar de este panorama, Brasil ha mostrado resiliencia democrática en estos últimos años, a través de iniciativas basadas en la gobernanza colaborativa, cuya importancia radica en el involucramiento de múltiples partes interesadas en la toma de decisiones y la implementación de políticas públicas.
Gobernanza colaborativa compensatoria en pandemia
Durante la pandemia por COVID-19, el gobierno federal de Brasil, presidido por el presidente Jair Bolsonaro, mantuvo una narrativa y acciones que estuvieron orientadas a disminuir la gravedad de la pandemia. De igual manera, se plantearon acciones que desestimularon las medidas de prevención y contención. Por ejemplo el presidente afirmaba que no utilizaba mascarillas y estuvo renuente a colocarse las vacunas.
En investigaciones realizadas por la prensa independiente, se evidenció que el gobierno federal también ocultó o manipuló datos epidemiológicos como el número de casos confirmados, fallecidos y recuperados, como así también la capacidad de los hospitales y las pruebas disponibles. Igualmente, el portal del gobierno federal sobre casos de COVID-19, el Panel de Coronavirus (https://COVID.saude.gov.br/), quedó fuera de línea el 6 de junio de 2020.
Esta falta de transparencia fue denunciada por medios de comunicación en el ámbito nacional, regional y local, y también por organizaciones de la sociedad civil. Ante esta realidad, se empezaron a identificar fuentes alternativas de información apoyadas por plataformas en las redes sociales y sitios web de ONG.
Esta movilización de medios y sociedad civil, se tradujo en que para el 8 de junio, se diera a conocer la creación del Consorcio de Medios de Prensa gestionado por los editores responsables de seis medios de comunicación brasileños: GLOBO, Extra, G1, O Estado de S.Paulo, Folha de S.Paulo y UOL. Se construyó una metodología de trabajo colaborativa, a través de documentos compartidos en la nube que contenía datos sobre la situación de contagios en los 26 estados y el distrito federal.
Por la calidad y cantidad de datos recopilados por este consorcio, luego se estableció una colaboración con secretarías de salud estatales y locales; así como también con académicos de salud pública.
Gracias a esta iniciativa, a pesar de la resistencia del gobierno federal por informar a la población sobre la positividad, contagios y muertes a causa de la pandemia, se pudo mantener informada a la ciudadanía y a las instituciones de otros niveles de gobierno. Esto representa un ejemplo de cómo, a través de la organización gremial, social y comunitaria, se puede dar respuesta ante la falta de transparencia gubernamental; y si bien, esto respondió a un momento coyuntural, se trata de un mecanismo que puede ser utilizado para otros aspectos.
Más allá de la pandemia: Buenas prácticas de gobernanza colaborativa en las instituciones
A pesar de que el ejemplo anterior se trató de una respuesta de la sociedad civil ante la falta de transparencia gubernamental, Brasil posee varios ejemplos de gobernanza colaborativa promovido por instituciones públicas en diferentes niveles de gobierno; así como también en diferentes áreas temáticas:
- Programa de Adquisición de Alimentos (PAA): se trata de un programa federal que tiene como objetivo apoyar la agricultura familiar y mejorar el acceso de alimentos saludables para las personas en situación de inseguridad alimentaria. El programa involucra a múltiples partes interesadas, incluyendo agricultores y gobiernos locales.
Si bien este no es un programa novedoso ya que su origen se remonta a 2003, el impacto de su implementación se reconoce como parte de las iniciativas que encajan dentro del marco de la gobernanza colaborativa. Solo entre 2003 y 2019, se estima que más de 2 millones de familia brasileñas se vieron beneficiadas de este programa. Durante 2023, el gobierno federal lanzó este programa con prioridad para mujeres e indígenas.
- Programa Bolsa Verde: refiere a un programa cuyo objetivo es generar incentivos financieros a las comunidades locales para que conserven y restauren los bosques y otros ecosistemas naturales. Tiene la capacidad de involucrar a múltiples partes interesadas, incluidas comunidades locales, organizaciones de la sociedad civil y gobiernos locales.
Según indica el Gobierno Federal, este programa ha logrado cerca de 100.000 familias en situación de extrema pobreza que en su gran mayoría viven en reservas extractivistas de la Amazonía.
- Programa de Desenvolvimento do Turismo (PRODETUR): se trató de un programa federal que tuvo como objetivo desarrollar el turismo en Brasil, que involucró a diversas partes interesadas, incluidos gobiernos locales, empresas privadas y organizaciones de la sociedad civil.
Esta iniciativa, si bien tuvo su origen en el año 2007, se mantiene vigente, especialmente por el impacto que genera. Según el Ministerio de Turismo, el programa ha generado más de 1.000 proyectos desde su creación, beneficiando a más de 300 municipios y 10 estados brasileños. De igual manera, la Universidad Estatal Paulista (UNESP), señala que entre 2019 y 2020, el PRODETUR contribuyó a incrementar la ocupación hotelera nacional en un 8%.
La innovación de este modelo estuvo en la estructuración planteada para los destinos turísticos brasileños, mediante el fomento del desarrollo local y regional, a través de alianzas con los estados y municipios. Mediante una planificación co-creada, se alinearon las propuestas locales y las políticas nacionales de turismo. Esto en la práctica significó apoyo en financiamiento a entes públicos y privados del turismo para promover el mercado nacional e internacional de zona del país y generar un impacto económico y social positivo a las comunidades locales.
La oportunidad de la gobernanza colaborativa para fortalecer la democracia
Brasil, al igual que otros países de América Latina, atraviesa un periodo de retroceso democrático, marcado por la desconfianza en las instituciones, las intervenciones de la política en el poder judicial y hechos de corrupción. En este contexto, la gobernanza colaborativa puede parecer lejana, pero también puede ser un mecanismo de respuesta ante estos desafíos.El ejemplo de la creación del Consorcio de Medios de Prensa ante la falta de transparencia del gobierno federal en la pandemia es una muestra, que la sociedad civil, incluyendo el sector privado, sí puede organizarse y colaborar para incidir de manera positiva en la comunidad.
De igual manera, no hay que olvidar las capacidades instaladas en las instituciones públicas. A pesar de los desafíos que enfrenta actualmente Brasil, casos como el Programa de Adquisición de Alimentos (PAA), el Programa Bolsa Verde y el Programa de Desenvolvimento do Turismo (PRODETUR) son una muestra, que desde las instituciones se puede conservar conocimiento y usarlo para promover la participación activa y coordinada de diversos actores sociales, económicos y políticos orientados al diseño de soluciones integrales a las problemáticas públicas.
Como en el caso de Brasil, existen otras experiencias en América Latina y el Caribe que se deben rescatar y conocer para replicarlas; y así volver a fortalecer las democracias, la cultura participativa y la calidad de vida de millones de personas que hoy pueden tener dudas sobre la efectividad de los sistemas democráticos para solucionar sus problemas cotidianos. Son necesarias la transparencia, la colaboración e inclusión para lograr que esto sea posible. En otras palabras, se trata de gobernanza colaborativa.
Autor: Carlos Carrasco, consultor Colabora.Lat